sábado, 31 de octubre de 2009

El Señor de los Milagros. Entre el pueblo y la religión oficial; entre la fe al espíritu y a la imagen


Hola, antes que nada quiero agradecer a las personas que se dan el trabajo de leer mi blog, a pesar de que hace mucho que no escribo en él, incumpliendo lo que dije de que iba a ser más constante.


Bueno, haré el firme propósito de no ausentarme tanto. Me animé a escribir esta vez pues aquí en Lima estamos terminando la época en donde la fe de las personas está más notoria que nunca. Me refiero a la procesión de la imagen del "Señor de los Milagros". Para los que no lo conocen, es una imagen que tiene sus inicios en una leyenda sobre una pintura que quedó intacta en un terremoto que barrió con todo Lima y, que a partir de dicho suceso, se le concedieron poderes milagrosos, la religión católica oficial la acogió y sale en procesión por Lima todos los octubres.


El miércoles pasado estuve en la procesión. Me rodeaba un mar de gente. No exagero. Un mar inmenso.


No hay semana santa, navidad, feriado religioso o lo que sea, que desborde a las personas que creen en Dios, católicamente hablando en su mayoría, como el Señor de los Milagros. Sinceramente, es emocionante y conmovedor.


Personalmente creo que es algo muy bello ver a las personas agradeciendo, pidiendo, rogando, llorando, sonriendo, todo movido por una fe imbatible. Seguramente para muchos sería todo lo contrario. Sería algo terrible ver a las personas entregando su vida y por venir a un misticismo, una creencia sin sentido, a un Dios inexistente, etc., y que esto lejos de darles bienestar los hace débiles, sumisos e incluso, personas sin sentido de responsabilidad pues todos los sucesos los señalarían al capricho de Dios.


Puede ser, puede ser. Pero para mí, aún sigue siendo hermoso. La gente cree. La gente siente. Nada mueve a tanta gente como la fe en esta imagen, parte fundamental sin dudas para la vida de muchos.


Habría otra discusión. ¿La fe es a la imagen o al Dios que representa? Esto es mucho más espinoso pues las personas tocan el anda, le pasan algodones buscando guardar y conseguir un poco de ese poder milagroso que necesitan. Sin embargo, yo creo que todos tienen claro que es a Dios y no a la imagen al que se le agradece y se le pide, pero ante ese Dios en que uno cree y que uno sabe que está, pero no lo ve (y creo que esto no se trata de ver para creer, pero somos seres materiales que por naturaleza material necesitamos lo material, valga la redundancia, necesitamos lo que nos estra por los sentidos), esta imagen representa la forma perfecta de poder tener una personalización, algo que ven.


Se podrán presentar argumentos bíblicos sobre la adoración de imágenes pero yo creo que este no es el caso. Es solamente la representación de la necesidad de las personas de sentir a Dios también con los sentidos y no sólo con la fe, sin que esto signifique que la imagen se convierta en Dios exactamente. Sé que es medio complicado, pero creo que es así.


Personalmente, esta imagen está presente en mí desde niño y le tengo un gran cariño. Yo creo en Dios y le amo y le agradezco incansablemente por todo y me gusta, una vez al año, dirigirme a mi Padre-Madre Dios mirando esta imagen que, al estar rodeada de tanta energía y tanto amor, tiene que ser aunque sea un poco milagrosa.


Sea como sea que querramos vivir nuestra fe, no dejemos de amar ni de agradecer. ¡Gracias por todo Padre-Madre Dios!