sábado, 8 de noviembre de 2008

La nueva visión del poder de DIOS.


Cuando se habla de Dios y sus características sabemos que hay una que resalta rápidamente en nuestra cabeza: es TODOPODEROSO. Dios omnipotente decimos, el que lo puede todo.

Yo creo que eso es cierto. Sin embargo, hay una visión que se sostiene en los movimientos llamados de la “Nueva Era” y es que, si bien se reconoce que Dios es todopoderoso, su poder posee un límite, un límite que él mismo nunca romperá: Nuestros deseos.

El siguiente es un extracto del capítulo 4 del libro #3 de la serie “Conversaciones con Dios” del escritor Neale Walsh:

“Tu vida es un reflejo de lo que deseas y de lo que crees que puedes tener de lo que deseas. No puedo darte lo que no crees que puedas tener, sin importar lo mucho que lo desees, porque no violaré tu propio pensamiento sobre esto. No puedo hacerlo. Ésa es la ley”.

Ahora, de ese extracto podemos también concluir que Dios no sólo se limita nuestros deseos sino también a la ley. Las leyes de la naturaleza, las leyes del universo, lo que nos rige a todos nosotros también lo rige a él. En el siguiente extracto del capítulo 1, página 23 del mismo libre se lee:

“La sonrisa de la Diosa divertida, que experimentaba un amor ilimitado y que se sometía con gentileza a las leyes de la naturaleza, fue reemplazada por el semblante adusto de un Dios no demasiado divertido, que proclamaba poder sobre las leyes de la naturaleza y que limitaba el amor”.

¿Esto significa que, efectivamente, Dios no es todopoderoso? Yo creo que no, yo creo que Dios sí es todopoderoso. Lo que creo que Dios NO es, es un ser caprichoso que nos toma como juguetes u objetos manejados por su estado de humor o deseos de vanidad.
Si Dios creo la vida y el universo, no en 7 días claro está, y éste tiene leyes trascendentales a toda materia y vida, pues él tendría que ser el primero en cumplir esas leyes y no andarlas rompiendo para demostrar su poder. La limitación que Dios pone a su poder es sólo para que nosotros podamos experimentar lo que queramos vivir en el lugar en el que estamos.