domingo, 29 de noviembre de 2009

Veronika decide morir

Este es el trailer de una película muy esperada por mí y por mucha gente. Como he dicho varias veces en este blog, yo soy seguidor de Paulo Coelho. Me gusta mucho su forma de escribir y los mensajes que deja con sus novelas.

Para mí, por eso, fue una gran noticia saber que el próximo año se estrenará la película de una de sus novelas más interesantes y polémicas: "Veronika decide morir" y más aún cuando la protagonista de la película es una de mis actrices favoritas: Sarah Michelle Gellar.

En lo que se refiere al libro, encontramos a Veronika, una mujer joven y con una buena vida (para el modelo económico en el que vivimos y según los cánones de belleza y éxito), reconoce que tiene una vida monótona y que no tiene nada porqué vivir. Se siente infeliz´y decide suicidarse.

Su intento falla y es trasladada a un hospital psiquiátrico en donde le comunican que le han detectado una falencia cardíaca y que le quedan muy pocos días de vida. En este contexto, ella empieza a ver su vida de modo distinto y, por la gente que conoce y las experiencias que pasa en sus días de encierro (lo que incluye enamorarse), se da cuenta de que hay cosas más allá, cosas que nunca imaginó que hubieran fuera delmundo común de su vida y por las cuales podría valer la pena vivir.

Es así que sabiéndose moribunda y sin nada que perder, decide vivir sus últimos momentos con valentía y con riesgos, buscando aprovechar al máximo su tiempo.

Esta novela más allá de la típica moraleja que dice que "nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde" (en este caso, hasta que estás a punto de perderlo) y también de que "hay que vivir la vida con coraje hasta el último momento pues la vida es valiosa TODA", también pone en relieve el problema de la frivolidad, el abandono emocional,el egoísmo y en general la agresión que el sistema económico que domina el mundo trae consigo, en donde en algunos casos la vida vale simplemente nada y la violencia que se nos muestra por doquier se torna en las respuestas primeras y más lícitas.

Espero con ansias esta película.

viernes, 27 de noviembre de 2009

¿Y yo?

Hoy tuve un sueño que era más o menos así:
Estaba en una celebración, con mucha gente, en un local parecido a una discoteca. Habían familiares y amigos. Una chica, a quien nunca he visto en mi vida pero que en el sueño era mi amiga, me dice que la acompañe a su casa. Acepto y le pido a un muy buen amigo que me acompañe.
Salimos los 3 conversando animosamente de no sé que cosa, hasta que llegamos a un cruce y el semáforo para nosotros estaba en rojo. Aparece por detrás un hombre con su perro, un galgo afgano grande. El perro se escapa y mi amigo intenta atraparlo. El perro huye hacia la pista, con todos los carros cruzando a gran velocidad. Yo veo al perro y me lanzo encima de él y logro atraparlo.
El dueño del perro llega corriendo y nos agradece el haber salvado a su mascota de una muerte segura. Me da las gracias y a mi amigo le da un billete de 50 nuevos soles. Yo me quedé atónito. El que lo había salvado era yo y no mi amigo y a mí no me dió nada. Pregunté en miinterior:¿Y yo? Terminó el sueño.
Hace un par de días mi madre me contaba lo mal que se había sentido porque en el lugar donde estaba laborando no la habían considerado como ella sentía que debían y que, de esa forma, todo su esfuerzo había sido en vano. Ella seguramente se preguntó a sí misma: ¿Y yo?
¿Qué hacemos en esa situación? En la vida nos enfrentaremos a esto muchas veces, seguramente. El no sentirnos valorados como pensamos que merecemos nos puede causar mucha frustración e incluso rabia o depresión. Quizás le damos mucha importancia al reconocimiento externo.
En metafísica se dice que estamos atados a lo externo y por eso no reconocemos la riqueza que proviene y está en nuestro interior. Si bien yo soy humano y en esta condición necesito de lo externo, procuraré que este no me lleve para arriba y menos para abajo, según se den las condiciones externas. Intentaré no sentirme mal si no consigo de algo externo el reconocimiento que esperaba y me diré a mí mismo: Fue un buen trabajo. Las recompensas materiales son las que se acaban más rápido, ¿no?
Y por último, necesito esas palabras externas, seguramente más adelante llegarán. Así que permanezco tranquilo y agradeciendo a la vida por todo.