sábado, 8 de diciembre de 2007

Verdad irrefutable: Huellas de Arena

Anoche tuve un sueño; soñé que caminaba por la playa junto a Dios y a través del cielo pasaban escenas de mi vida. Por cada escena que pasaba percibí que quedaban dos pares de pisadas en la arena, dos huellas: unas eran las mías y las otras del Señor.
Cuando la última escena pasó delante nuestro, miré hacia atrás, hacia las huellas en la arena y noté que muchas veces en el camino de mi vida había un solo par de huellas en la arena. Noté también que ésto sucedió en los momentos más difíciles de mi vida. Esto me perturbó y entonces pregunté al Senor. -Señor, tu me dijiste que cuando yo decidiera seguirte tú andarías conmigo a lo largo de todo el camino, pero he notado quen durante los peores momentos de mi vida, se divisan en la arena sólo un par de huellas. No comprendo porqué me abandonaste en las horas que más te necesitaba.-
Entonces, Él, clavando en mí su dulce mirada me contestó. -Hijo querido, yo siempre te he amado y jamás te dejaría en los momentos más difíciles. Cuando viste en la arena un solo par de huellas, fue justamente allí donde yo te llevaba en mis brazos.-
Anónimo (hasta donde sé)

lunes, 3 de diciembre de 2007

Dar GRACIAS

A todo aquél que alguna vez le he enviado un correo habrán leído que termino diciendo: "Agradece a Dios por todos los regalos que te da y te dará más".
Pues bien, tenemos que comenzar a hacerlo, convencidos de que así será. El agradecimiento es uno de los beneficios más grandes que tenemos como seres humanos, ¿por qué no practicarlo?

Hay que hacerlo y hacerlo con felicidad. ¿Difícil, no? Pues no lo es tanto. Comencemos haciendo lo impensable: Darle gracias al cobrador de la combi. Así sea malcriado, cuando bajemos o le paguemos, digamosle gracias.

Seguro que si podemos hacer eso, podremos estar en constante actitud de agradecimiento y así nuestra vida será más feliz. Probémoslo.