domingo, 2 de septiembre de 2007

¿Qué te cuesta sonreir?


Estaba pensando sobre las enseñanzas que la película el secreto nos brinda. Recordé la gran importancia que tiene en cualquier empresa que emprendamos la actitud positiva y la seguridad de que todo estará bien -podríamos llamar a eso FE-, y cómo es que todo eso se resume en una sola actitud: alegría.


Siempre hemos oído que la gente necesita de un motivo para sonreír (lo sé, yo era de los que decía: ¿de qué me voy a reír?, cuéntame un chiste o cosas por el estilo)... recuerdo también el dicho: no tengo ganas de reírme. Creo que eso sí es clave. Ganas de reírse.


El asunto radica en no esperar que se nos presente un motivo específico para reírnos o demostrar felicidad. Que se nos dé la gana de reír, ese es el asunto. Te levantas, estás aun con sueño, pero agradece que despertaste y empieza a sonreír. Salgamos de la casa, quizás con flojera, pero ¿para qué poner de cara de protesta cuando podemos sonreír? la gente en la calle nos podrá mirar raro pero se contagiará, casi como se contagia un bostezo. La Ley de la Atracción dice "todo lo que pensamos, sentimos y manifestamos es lo que atraemos". Entonces ¿por qué no atraer sonrisas? Mucho más si trabajas en atención al público, jejeje.


Les dejo una reflexión que me encontré por la web. Hay muchas más en el sitio. La dirección es http://americo68.tripod.com/Reflexiones/5.htm



¿Qué te cuesta sonreír?


No cuesta nada y causa gran provecho, basta una sonrisa en tus labios para mantener el buen humor, ayudar a la salud, embellecer el rostro y despertar buenos pensamientos. La sonrisa enriquece al que la recibe sin empobrecer a quien la ofrece. Nadie es tan rico que pueda pasarse la vida sin sentir la necesidad de una sonrisa, y nadie es tan pobre que no puede hacer un obsequio con su sonrisa.


La sonrisa puede desterrar el aburrimineto y despertar la creatividad y el entusiasmo en las personas que se sienten opacadas o acomplejadas. La sonrisa es un verdadero antídoto que la naturaleza tiene en reserva para todos y sin embargo es algo que no se compra, ni se presta, ni se roba, porque únicamente tiene valor en el preciso momento que se regala.

Si ves que te rehusan una sonrisa que creías merecer, se generoso y ofrece la tuya. Nadie tiene tanta necesidad de una sonrisa como aquel que no sabe sonreir a los demás.


La sonrisa aleja al más cobarde de todas las tentaciones y el desaliento. Sonreir es apartar los obstáculos y emplear los medios, la sonrisa es como el agua corriente que alegra y tonifica, es la expresión de la inteligencia sana, es como los ríos. Para que sea fecundada ni ha de secarse ni ha de desboronarse.

Sonríe hasta que notes que tu severidad se haya desvanecido. Que no se desperdicie esa alegría fruto de tu amable sonrisa.

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